En una muestra de respeto y compañerismo que habla del ambiente que quieren construir los Los Angeles Clippers, Bradley Beal ha decidido cederle el dorsal #3 a Chris Paul, un gesto que reafirma el espíritu de equipo en una plantilla repleta de veteranos con ambición.
Según Jay Dieffenbach, de The Arizona Republic, Beal ofreció el número sin que siquiera se lo pidieran, tan pronto como supo que Paul se uniría al equipo. El presidente de operaciones de los Clippers, Lawrence Frank, explicó en conferencia de prensa cómo se dio este gesto detrás de escena.
"Una vez que Brad escuchó que existía la posibilidad de que Chris llegara, dijo: 'Quiero darle mi número,' y creo que Chris ni siquiera lo sabe todavía. Es increíble lo que hizo Brad. Es un gran tipo y un compañero excepcional. Él sabe lo que ese número significa para Chris," dijo Frank.
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Paul conserva su identidad como CP3
El dorsal #3 no es cualquier número para Paul. Es parte esencial de su legado como jugador y de su apodo icónico CP3, que lo ha acompañado a lo largo de su brillante carrera. Paul ya usó ese número durante su primera etapa con los Clippers entre 2011 y 2017, un periodo en el que fue All-Star cada temporada y pieza central del equipo que llevó a Los Ángeles de vuelta al protagonismo.
La decisión de Beal no solo demuestra madurez, sino también un enfoque colectivo que será vital para un equipo que aspira a competir al más alto nivel con una plantilla repleta de experiencia.
Bradley Beal plans to let Chris Paul wear No. 3 👏
— NBACentral (@TheDunkCentral) July 22, 2025
(h/t @LaurenMRosen ) pic.twitter.com/DYrMxrg2IG
Beal y Paul: inteligencia, liderazgo y ajuste perfecto
Además de este gesto simbólico, Beal y Paul aportan cualidades que pueden marcar la diferencia para unos Clippers que también contarán con Kawhi Leonard, James Harden, John Collins, Ivica Zubac y Brook Lopez.
Beal llega tras promediar 17.6 puntos, 4.3 asistencias y 3.9 rebotes por partido en 106 encuentros en dos temporadas con los Suns, lanzando un 50.5% en tiros de campo, 40.7% en triples y 80.8% en libres. Su capacidad para anotar de forma eficiente y sin monopolizar el balón lo convierte en una amenaza secundaria ideal al lado de Leonard y Harden.
Paul, por su parte, es un organizador nato. Promedia 17 puntos, 9.2 asistencias, 4.4 rebotes y dos robos por juego en 1,354 partidos en su carrera. A pesar de su edad, sigue siendo uno de los mejores gestores de ritmo, lectura ofensiva y liderazgo vocal de toda la NBA.
Con Harden también como generador de juego, Leonard como ancla en ambos extremos, y hombres grandes como Zubac y Lopez cubriendo la pintura, los Clippers combinan tiro, defensa, control de balón y profundidad como pocas franquicias.
Un equipo con talento y mentalidad para competir ya
La cesión del número es solo un reflejo del tipo de química que los Clippers buscan construir. En un vestidor cargado de experiencia, cada detalle cuenta, y la disposición de Beal a hacer sacrificios personales por el bien del grupo es un indicio alentador.
Con CP3 como el veterano cerebral, Beal como ejecutor versátil, y un núcleo sólido liderado por Leonard y Harden, los Clippers tienen tanto el talento como la mentalidad para aspirar a lo más alto en la Conferencia Oeste.
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