Probablemente no haya un jugador que trabaje más duro en la NFL que el corredor de los Baltimore Ravens Derrick Henry.
Como se ha documentado ampliamente, Henry gasta más de $240,000 en el mantenimiento de su cuerpo durante la offseason, así que no sorprende que siempre esté en excelente forma física.
Ese mantenimiento, según Dan Pompei, de The Athletic, incluye masajes, oxigenoterapia hiperbárica, saunas de infrarrojos, sueros intravenosos con vitaminas y nutrientes, y un chef personal para sus comidas.
Henry también sigue una dieta estricta, como era de esperarse. Su alimentación no incluye comida frita, lácteos, gluten ni azúcares artificiales, y no suele comer hasta las cuatro o cinco de la tarde durante la temporada. Antes de los entrenamientos, si es que come algo, se limita a un plátano o un aguacate.
Como si todo eso no fuera suficiente, Henry rara vez deja de entrenar. Tiene una rutina sumamente estricta y trabaja con algunos de los mejores entrenadores del mundo. Básicamente, no existe temporada baja para una de las verdaderas superestrellas de la NFL.
Por si creías que Henry iba a tomarse un respiro de su exigente rutina de entrenamiento y su costoso mantenimiento físico que lo convierte en un espécimen único, piénsalo otra vez.
Durante una conferencia de prensa en la que anunció su extensión de contrato por dos años y $30 millones este lunes, Henry reveló que incluso tomarse solo una semana libre después de la derrota ante los Buffalo Bills le resultó insoportable.
Para colmo, Henry se las arregló para hacer un entrenamiento a las seis de la mañana antes de dicha conferencia de prensa, y lo hizo después de haber dormido solo media hora.
“Henry solo se tomó una semana libre después de la temporada 2024”, escribió Jeff Zrebiec, de The Athletic. “Dijo que no entrenar lo estaba matando. Así que una semana después de la derrota ante Buffalo, volvió al trabajo. También contó que hoy llegó a eso de las seis de la mañana, tras dormir apenas media hora. Quería entrenar antes de la conferencia de prensa”, añadió.
¿Es todo esto una obsesión? Sin duda. Pero es parte de lo que hace que Henry sea tan grande. Los resultados hablan por sí solos.
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Henry ha sido, posiblemente, el corredor más dominante de su generación. Ha logrado seis temporadas de más de 1,000 yardas en las últimas siete; la única vez que no alcanzó esa cifra fue por una fractura en el pie. Incluso así, sumó 973 yardas en apenas ocho partidos.
También superó la marca de las 2,000 yardas en una temporada, y probablemente lo habría hecho de nuevo en 2021 de no ser por la lesión. En total, Henry ha sido seleccionado cinco veces al Pro Bowl, cuatro veces All-Pro, y ganó el premio al Jugador Ofensivo del Año.
Muchos pensaron que comenzaría a decaer la temporada pasada al superar los 30 años, pero ocurrió lo contrario. Las 1,921 yardas terrestres de Henry fueron la segunda mayor cifra de su carrera, y la segunda más alta de la NFL detrás de Saquon Barkley.
Desde nuestra perspectiva, Henry ya tiene su boleto asegurado para el Salón de la Fama, y todo lo que logre a partir de ahora será solo la cereza del pastel.
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*Artículo original publicado por Mike Moraitis y traducido por Facundo Echarren