La irrupción de Franco Mastantuono en el fútbol europeo está marcada por cifras que son un símbolo de confianza: el prometedor mediocampista, de apenas 17 años, firmará con el Real Madrid un contrato de seis temporadas y recibirá 3.4 millones de euros anuales; si bien colocándose como el jugador peor pagado del primer equipo, con una remuneración que triplica la de muchas promesas en Europa.
Al otro extremo del espectro salarial aparece Claudio Echeverri, quien aterrizó en el Manchester City hace apenas unos meses tras brillar en River Plate, al igual que la nueva joya merengue. Según estimaciones de Capology, este joven de 19 años percibe 780.000 libras esterlinas al año, lo que se traduce en poco menos de 1 millón de dólares, situándolo entre los ingresos más modestos de la plantilla ciudadana.
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Este contraste no solo habla de la disparidad económica, sino también de la visión estratégica de ambos clubes respecto a sus jóvenes talentos. El Real Madrid ha apostado fuerte por Mastantuono, blindándolo con una cláusula de rescisión de mil millones de euros, al nivel de jugadores consagrados como Vinícius o Bellingham. Mientras tanto, Echeverri aún lucha por afianzarse en el City, habiendo vivido momentos brillantes como su golazo en el Mundial de Clubes 2025, pero todavía con participación limitada debido a la intensa competencia interna.
En definitiva, estos dos jóvenes argentinos representan dos trayectorias diferentes: uno, preparado para brillar desde el arranque con respaldo económico y estructural; el otro, en plena adaptación y construcción de oportunidades en uno de los clubes más competitivos del mundo. Será una incógnita cómo continuarán sus carreras, pero ambos tienen todo para brillar.